Uno de mis aviones que tenía pendiente de ver en mi lista y un visitante bastante raro y único: un Sabreliner privado en Quito. Me sorprendió volver a ver uno después de 8 años sin verlo ni oírlo, a pesar que este no realizó ni la mitad de ruido que recuerdo. Llegando desde el Olaya Herrera de Medellín. Spotteando con mi buen amigo Fabian de Alemania.