El Aeródromo Militar de Santiago fue testigo, el pasado 10 de mayo, de una operación logística de alcance internacional que conecta Europa, América del Norte y Oceanía. Un avión C-130J Super Hércules, perteneciente a la Real Fuerza Aérea de Nueva Zelanda, hizo escala en la capital gallega en su ruta desde la base británica de Brize Norton hasta St. John's, en Canadá.
¿La razón de esta parada en Santiago? La recogida de un vehículo muy especial: un prototipo del VAMTAC ST5, desarrollado por la empresa gallega UROVESA, especializada en vehículos todoterreno tácticos de alta movilidad. Este prototipo viajará hasta Nueva Zelanda, donde será sometido a una batería de pruebas por parte del Ministerio de Defensa y del Ejército Neozelandés antes de que comience la producción en serie, de acuerdo con un contrato firmado a finales de 2024.
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