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Que un A320 o B737 aborte por ir demasiado alto puede ser algo normal, que lo haga un ATR72 es algo que solemos dar por imposible, éstos habitualmente llegan altos y bajan en picado tomando tierra sin problemas, como si la cosa fuera fácil. Y abortó su aterrizaje, épico momento para los que estábamos allí. En la imagen, ya con los trenes de aterrizaje y flaps recogidos justo antes de iniciar viraje hacia el mar para ponerse a la cola dado que habían tres tráficos trás él para tomar tierra.
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