Dedicada a mi cuñado António González que me acompañó durante toda la jornada del Domingo y por prestarme el techo de la furgoneta para fundar mis posaderas y hacer estas fotos desde allí.
Cierto es que la anterior librea decorativa y publicitaria era mucho más agradable y bonita, pero ésta se sale con la suya haciendo acaparar todas las miradas gracias a ese color rojo en todo el fuselaje.