En una tarde no demasiado buena con la meteo, e intentando sin más ver algún avión, apareció este CRJ al que dejaron en ese remoto de la T4. No se bajó nadie. Llegó una furgoneta, recogió a los dos pilotos, y se acabó.
Pues como las tardes en Murcia San Javier son preciosas, al menos a mi parecer, con esa luz típica del Mar Menor y como esperaba un CRJ-1000, fui al aeropuerto a ver si lo cazaba, y me apareció este CRJ-200 acelerando por la 5R rumbo a Madrid. No me quejaré.