Ya llovió desde que pude fotografiar a este larguirucho paseándose por la plataforma madrileña. Y ya llovió, literalmente, porque poco después de tomar esta instantánea fuimos víctimas de un chaparrón como pocos me he comido en la vida. Ni que decir tiene que llegó a mojárseme el equipo fotográfico... ¡que llevaba dentro de la mochila!
Por ilustrar un poco el chaparrón, dejo aquí la siguiente imagen: https://www.aviationcorner.net/show_photo.asp?id=608425
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