Cogiendo agua en el embalse de Meicende participando en la extinción de un incendio en la cercana parroquia de Suevos.
Pese a no ser muy extenso, el incendio -originado aparentemente por las bombas que anunciaban las fiestas del pueblo- obligó a movilizar a tres helicópteros y dos aviones Canadair CL-215T debido a la cercanía de las llamas a viviendas y la orografía de la zona.
Y es que Suevos es una aldea sita en una zona montañosa del término municipal coruñés de Arteijo. Sus estrechas calles adornadas con viviendas unifamiliares serpentean entre laderas densamente pobladas con maleza típica de la zona como helechos, tojos y zarzas que crecen a la sombra de las altas copas de los eucaliptos y pinos que, en su mayoría, terminan de dar forma al paisaje y, por desgracia, también al cóctel perfecto para el desastre si se juntan sequía, calor y una fuente de ignición...
Esta foto, de ser aceptada, se la dedico a Sandra y Diego, quienes me acompañaron en la aventura de cazar a los medios aéreos en plena faena y que nos dió momentos de verdadera tensión tales como tener que bajarse a mirar que el coche cupiese entre los estrechos muros de algunas calles o incluso tener que dar vuelta en nuestra ruta y avisar a vecinos de la cercanía de las llamas a sus casas.
En fin, un día para recordar, sin duda alguna.
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