Amanece en Oslo Gardemoen mientras este avión espera resignado tranquilamente por su destino, sea volar en otro lado, sea ser preservado en algún museo o sea ser desguazado. SAS retiró del servicio su flota MD a mediados del 2013.
Eran ya las 11 de la mañana casi y aún la luz era de amanecer para recibir a este Dreamliner. En Oslo en invierno, si las nubes lo permiten, la luz de amanecer se mezclan con las del atardecer. Es fantástico.
Tremendas condensaciones esa mañana en Gardemoen, como en el caso de este clásico que Norwegian aún usa en rutas domésticas, aunque ya a esas pocas unidades les queda poco tiempo antes de ser sustituidos por B738.
Fue casi una aparición fantasmagórica el ver rodando a uno de los MD ya retirados del servicio desde su estacionamiento remoto hacia el hangar de mantenimiento de SAS. Fue un placer el volver a escuchar ese sonido agudo.