Uno de los preferidos por el público a la hora de tomar sus "bautismos del aire" podríamos decir que "va por rodadura" hacia su punto de atraque para recoger otra remesa de ansiosos pasajeros casi al atardecer.
Los alrededores del Aeropuerto de San Sebastián son una verdadera maravilla, con verdes montañas, el barrio de Hondarribia y la fantástica Ría de Bidasoa. Es una verdadera pena que el tráfico sea tan paupérrimo.
Despegando delante del barrio de Hondarribia, y dando por finalizada la hora punta del aeropuerto, con la friolera cantidad de dos aviones en tierra a la vez, jejeje.